Covarsí Carbonero, Jaime


Nombre:

Jaime Covarsí Carbonero 

 

Origen:

Barcelona 1975 

 

Identidad:

Profesor y novelista.

 

Contacto

jcovarsi@hotmail.com



Biografía

(Barcelona-1975) Autor afincado en Extremadura desde su más tierna infancia. Es Doctor en Filología Hispánica (El Roman de Flamenca. Estudio y traducción de un tratado amoroso occitano, 2004), tesis con la que obtuvo el Premio Extraordinario de Tesis Doctoral de la Universidad de Sevilla, y Doctor en Filosofía (Homo narrator. Consideración ontológica de la condición narrativa del hombre en Ricardo Piglia, 2018). Ambas tesis han sido objeto de publicación en la Universidad de Murcia: El roman de Flamenca (Editum, 2010) y Homo narrator. Estudio de la condición narrativa del hombre desde Ricardo Piglia (Editum, 2021)

Su extensa formación académica condiciona su producción de ficción hasta el punto de que sus dos primeras novelas tratan de resolver diferentes espinitas escolásticas que el autor sentía que debía remover: El bastón de avellano (Tau, 2015) y Confesiones del apócrifo Cervantes (Tau, 2016). Pero también le interesa cierta aproximación (‘pseudoaproximación’, si el lector lo permite) a la novela negra con El mal necesario (Tau, 2018). 

Asimismo, es el autor de un libro solidario, Lucharé por encontrarte, que aborda la problemática de las personas desaparecidas y que recibió el premio QSD al mejor libro del año sobre el asunto. También cultiva el género ‘chico’, especialmente si lo hace con amigos: Mano a mano, con Reyes Adorna (Tau, 2016), Entramados, con Dionisio López (Tau, 2017) o Entrecalles, con Eva Márquez (Ediciones En Huida, 2018). También posee colaboraciones poéticas en antologías, algunas exposiciones de poesía e imagen y numerosos artículos y colaboraciones sobre la literatura y la filosofía medieval y renacentista. Sus últimos libros publicados son Frontera, mi frontera (De la Luna Libros, 2021) y Regreso a las azoteas verticales (Editora Regional, 2023). En la actualidad, ya está en imprenta su nueva novela, El comienzo de todas las cosas (De la Luna libros) y su participación en la antología de relatos negros y criminales, España Negra II, con su relato “El cuerpo”, dedicado a la serie de textos sobre el Inspector Márquez. 


Obra publicada

-El Roman de Flamenca, Universidad de Murcia, 1ª ed. 2010; 2ª ed. 2019)

-El bastón de avellano (Tau, 2015)

-Mano a mano (Tau, 2015)

-Confesiones del apócrifo Cervantes (Tau, 2016)

-Poesía terapéutica (Desclée de Brouwer, 2016)

-Entramados (Tau, 2016)

-Las cartas de Esquivias (Tau, 2016)

-El mal necesario (Tau, 2017)

-Entrecalles (Ediciones en Huida, 2018)

-Frontera, mi frontera (De la Luna Libros, 2021)

-Regreso a las azoteas verticales (Editora Regional, 2023)

-El comienzo de todas las cosas (En proceso de publicación -De la Luna Libros- )


Texto

Recuerdo la tarde de finales de octubre, apenas un mes antes de irse para siempre. Escuchábamos a Tchaikosky, por supuesto. Me miró con cierta ternura y me dijo que creía en el amor de lejos. No comprendí lo que quería decir ni por qué usaba esa expresión. Desde luego que lo interpreté luctuosamente, dadas las circunstancias, y le dije que siempre la querría. Sonrió sin contestar. Quizá porque carecía de importancia lo que nos dijéramos, no lo sé, todavía no estoy seguro, pero afirmó que lo sabía. Luego me preguntó si yo me sentiría querido, querido por ella, una vez que hubiera partido. También dije que sí sin comprender demasiado el significado de mi respuesta. No podía permitirme trivializar la conversación con un estúpido discurso sobre la naturaleza del amor, la muerte y esas cosas. Era mejor callar. Esperar. Quizá por eso ella no añadió nada más, tan solo reinició los primeros compases de «La patética» y cerró los ojos mientras cantaba el fagot. 

 

En las escaleras de la pensión, detrás de los zapatos de Braulio, canturreé los primeros compases de la sinfonía en si menor. Entonces fue cuando se giró Braulio. Su cara parecía complacida. Me miró desde la altura de sus tres escalones de más y me dijo que no me preocupara, que Tchaikovsky también había sido homosexual. En aquel instante me di cuenta de la similitud de sus ojos con los de Pilar, y me sentí querido.

 

(“Interior en si menor”, Entrecalles)