Nombre
M. de la Caridad Jimenez Parralejo
Origen
Navalvillar de Pela (Badajoz) (1965)
Identidad
Poeta,Escritora, Gestora cultural...
Enlaces
http://caridad65.blogspot.com/
Contacto
Nacida en Navalvillar de Pela (Badajoz) en mayo del 65, cursó estudios iniciales de Empresariales en la Universidad de Extremadura (UEx) destacando en su formación académica en dicha institución de su Diplomatura en Biblioteconomía y Documentación, en la Licenciatura en Documentación, en la Suficiencia investigadora en Imagen Corporativa y la obtención del Certificado de Aptitud Pedagógica (CAP).
Pertenece a varias asociaciones como la Real Sociedad Económica Amigos del País de Badajoz (RSEEAPBA), a la Asociación de Escritores Extremeños (AAEX) en cuyo Congreso de 2018 ha impartido la Conferencia titulada: Boda y prendas de la novia peleña, fruto de un trabajo de investigación que ha realizado sobre el acervo folklórico de Navalvillar de Pela.
Además pertenece a la asociación de Gestores culturales (AGCEX) cuyo trabajo se puede ver en Café de Autor de la Fundación CB, también varios recitales “Versos de Guitarra” y de Grito de Mujer, varias Ferias del Libro como Trujillo o Santa Marta de Magasca. Participa en la Red de Clubs de lecturas de la Excma. Diputación de Badajoz y en la red “Un libro es un amigo” patrocinado por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez. Así como en la Tertulia cultural de Onda Cero a lo largo de 2018.
De la Página de Facebook: Cari Jiménez
SIN TÍTULO
Jugábamos a saltar las cárceles de tiza
con nuestros pies volanderos
y ahí comenzamos a cumplir las reglas,
a arrastrar la piedra a puntapiés
buscando ganar, pero hemos perdido,
a saltitos, aquella alegría despreocupada
donde la muerte era una pose de película
o a lo más, una ausencia anciana en la habitual estancia;
es esa insistencia en el juego,
en la vida, la que ablanda y esclaviza.
DÍAS AFLIGIDOS
.
¿Qué dices que te aflige y que me ves?
Guárdate tu silencio entre los vivos
desventurados. Dame tus cautivos
dolores y aflicciones de este mes.
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¿Qué dices que te aflige y que me ves?
Lloros negros de días en festivos
rezando a viejos santos afectivos
y ungiendo la tristeza al que no es
.
ni un ángel, ni una santa, solamente
es la palabra que te agarra el pecho,
que fatiga el respiro en el doliente
y que hace que la pena sea un hecho
convirtiendo a un ser en penitente
por tu desamparo huérfano y maltrecho.
EL RASTRO DE TU ÚLTIMO ABRAZO
.
Crece mi piel de tiempo huido de ti
tejida. Aciagas horas de recuerdos
y lágrimas vertidas al vivir
entre obstáculos firmes, como un reo.
.
En días solitarios, con pesares,
mi piel no pierde el ritmo en su penar
cuando busca, de modo inaplazable,
el por qué no te encuentra a su final.
.
Y comienza a enfriárseme la sangre
sin lograr recordar por qué motivo
esta angustia sufrí, si no era tarde
y nadie más perdió, no es egoísmo.
.
Es solo que mi piel se hizo a tu tacto,
porque de vez en cuando me rozaba
un limpio abrazo, cálido y alado
de madre, como de ángel de la guarda.
.
En la mirada fría de tu adiós,
la inclusa de mi piel se envejeció.
Del Blog Un Jardín para MariCari
A MI ABUELO NICANOR
.
A tu lado, a horcajadas en la albarda,
me convertía en una musa pensativa
con mis ojos en tu viejo horizonte
enjoyado de tonos de monte bajo,
tan grande y mudo como tú.
.
Te miro con la apagada osadía
del que sabe que está en la laguna tranquila,
inmutable, desde que tengo memoria,
entre chaparreras y pastizal con su regato,
allá un pajarillo revuela,
acá una lagartija corre
y sospechas -con tu vieja mueca- que me soliviantan,
mas de tu boca solo sale humo
de un mal liado tabaco
y de tus ojos su edad,
de tu garganta un carraspeo
y del interior de tu bolsillo
un pañuelo de abuelo -sin inicial-
con sus puntas deshilachadas que anudas
y tiendes entre tu cabeza y el sol del mediodía.
.
El pucherillo en la lumbre
con su tapadera de medio lado
gorjea mi nombre en la espuma del arroz,
otro día que se me pasó sin aprehender nada,
y lo recuerdo hoy que ya tengo edad
para leer a los clásicos.
De Nihilismo en primera persona
(Antología del desencuentro)
EL ROSAL DE TU ESQUINA...
Saltar tu valla por la esquina
era mi tarea diaria favorita
cuando llegaba Mayo,
mi falda a cuadros plisada quedaba enganchada,
hacía calor y me daba igual,
sabía que mirabas desde tu mundo,
ahí tenías las rosas rosas
para verme las bragas,
ahí tenías las rosas rosas
para apretarlas contra mis muslos al volver a trepar,
son pequeñas mortificaciones
—tan placenteras—
que nos marcan de por vida.