Rubio, Sergio.


Nombre:

Sergio Rubio 

 

Origen:

Badajoz 1981 

 

Identidad:

Poeta y narrador.

 

Enlaces de interés:

https://youtu.be/KqgesvWJUkk
https://youtu.be/3N2BCXyKobw
https://youtu.be/7Nh7FNxY4G8
https://youtu.be/7P8vdaDrfvI

 

Contacto

sergarca81@hotmail.com



Biografía

Sergio García Rubio, como poeta y narrador firma Sergio Rubio. (28 de mayo de 1981, Badajoz capital).

Su interés por las letras, a pesar de estar más orientado hacia las ciencias sanitarias, se encontraba adormecido hasta que decide dar el paso de mostrar esa faceta de una manera más pública.

En febrero del 2020 forma parte de la tertulia literaria “Los poetas del jueves”, sita en la sede Sociedad Casino, del casco antiguo de la ciudad pacense y de la mano de la escritora y poeta extremeña, a la que de una manera cariñosa considera su “mentora” Dª Antonia Cerrato Martín-Romo, coordinadora de dicha tertulia, junto a sus compañeros integrantes de la misma, a través de sus humildes composiciones, da rienda suelta a la sensibilidad que le caracterizó desde bien temprana edad.

Socio igualmente de la asociación MIGAS (Miscelánea Integrada Grupos Artísticos y Sociales de Badajoz-España) interviene en algunos certámenes de forma presencial y por otro lado también en algunos eventos on-line y sin ánimo de lucro, pero no por ello deja de recibir algunos certificados de participación e igualmente otros galardones como finalista en concursos de “relatos y micro relatos” celebrados en distintos lugares de la península.

En 2021 bajo el sello de la editorial Punto Rojo, lanza su primer libro, en donde rescata 29 relatos en prosa, alguno de ellos con tintes autobiográficos, llevando por título “A voz escrita, palabras relatas” (Relatos).

En 2022 forma parte de  Los Poetas del Jueves por la Paz (Antología), un libro en donde se recogen diversas pinturas y fotografías de distintos autores y aporta su granito de arena con un escrito a modo de “nana”, junto a otros escritores tanto de dentro como de fuera de la comarca de Extremadura.

Sigue caminando por los senderos de la literatura,  considerándose novel en todo ello aún, y compaginándolo con sus estudios universitarios de enfermería, pues “el arte del cuidado” como tal, igualmente se encuentra muy presente en su vida, desde la infancia.


Premios

  • IV Certamen Literario El Rincón del Arte Haiku San homenaje a Carlos Fernández Alonso. Finalista.

 

RECONOCIMIENTOS.

  • Mujer en primera persona. Certamen contra el feminicidio y la violencia de género "Grito de mujer".
  • Certamen homenaje al escritor y poeta extremeño Manuel Pacheco.
  • Certamen homenaje al escritor y dramaturgo español Federico García Lorca. "Luces y Sombras".
  • Recital "Encuentro Pictórico - Poético por la Paz".
  • Certamen virtual junto a otros escritores de habla hispana, tributo a "La copla española"
  • Certamen homenaje a la escritora y poeta extremeña Carolina Coronado.
  • Certamen virtual junto a otros escritores de habla hispana a favor de la inclusión y diversidad social en el mundo.
  • Certamen Encuentro a tres. Poetas del Atlántico, Anduxar - Jaén 
  • Participación en la antología "Los poetas del jueves por la paz" presentado en la 41 Feria del Libro de Badajoz capital y en el Ateneo de Madrid, entre otros lugares.
  • Certamen virtual homenaje al "Día mundial de la poesía" junto a otros escritores de habla hispana.
  • Certamen virtual a favor de la "Defensa de la vida en todas sus formas", Argentina.
  • Certamen "El día del libro", México.
  • Certamen "El día del trabajo", México y el Mundo.
  • Certamen virtual "Amenos al planeta", Honduras.
  • Certamen Rosas y Orquídeas Poéticas. (Poetas vanguardistas del siglo XXI).
  • Certamen del Colectivo Internacional Utopía Poética Universal, homenaje a los poetas más grandes del mundo como "Poeta distinguido"

Obra publicada

https://www.casadellibro.com/libro-a-voz-escrita-palabras-relatas/9788418402845/12185464

A voz escrita. Palabras relatas.

Punto Rojo Ediciones (2021)

Relatos.

Book tráiler:

https://youtu.be/KqgesvWJUkk

 

 

Enlaces:

https://libros.cc/A-voz-escrita-palabras-relatas.htm

https://www.casadellibro.com/libro-a-voz-escrita-palabras-relatas/9788418402845/12185464

https://www.fnac.es/a8086466/A-voz-escrita-palabras-relatas#omnsearchpos=1

https://www.amazon.es/voz-escrita-palabras-relatas/dp/8418402849/ref=mp_s_a_1_1?crid=2VDQ6FIEELOY8&keywords=a+voz+escrita+palabras+relatas&qid=1676549998&sprefix=a+voz+escrita+palabras+relatas+%2Caps%2C175&sr=8-1

 

Sinopsis:

 

 

Una ventana abierta, suave brisa que acaricia tu semblante, aún sin estar cerca del mar, lo parece. Abre el libro, quizá no sea un camino recto ¿que habrá pasado para tanta torcedura? Miguel, Juan, María, Eva, Pablo, Sara, Alfonso, Teresa, que sé yo... ¿Qué les ocurre a esas personas que parece que todo le sale mal? ¿Algún final feliz o neutro habrá? Descubrámoslo, pues dicen que no hay mal que cien años dure y no es oro todo lo que reluce. Se cierra la ventana, quizá esa brisa que rozó la cara de algun@s, ya se les ha antojado demasiado pegajosa y se dibujó una sonrisa...

 


Textos

PROSTITUTA DEL SISTEMA.

 

Ángela, que así se llama, roza sus pies calientes sobre el suelo frio de su habitación al son de la música estridente y la vibración que realiza su teléfono móvil sobre una pequeña mesilla de noche. Enciende el quinqué, y ya desconectado ese maldito sonido, aprovecha para mirar la hora, suspira, y si… son las 20.00 horas, y debe ponerse manos a la obra.

Se mira al espejo, y su reflejo le produce un quejido desde lo más profundo, ya no simplemente porque su pelo quemado esta totalmente desbaratado, producto de haber dormido casi doce horas, sino porque su cara refleja todo lo que ella viene experimentando desde que llegó a la casa, al país: desilusión, desesperanza, añoranza, y por todos los poros de su piel y recodos de su alma, asco y suciedad.

Dicen que el agua limpia y lo purifica todo, y como si de la ceremonia del bautismo se tratase, se apremió a adentrarse en la ducha para que cada chorro de agua templada fuera resbalando por su cuerpo y de alguna manera la esponja fuera limpiando todo lo malo que se apegaba a ella cada día, cada noche, y el desagüe fuera la vía de eliminación. 

Acto seguido, en un pequeño tocador cercano a la cama desecha, se encontraba una pila de folios con numerosos tachones, en un idioma totalmente distinto al castellano. Se podía leer entre tanto tachón la solución de unas frases en idioma anglosajón y debía pasarlas al español. Se dio cuenta de un error… “también” en inglés era “too” y le faltaba una o. Enmendó el error con un lapicero y volvió a mirar la hora. Pasaban ya las 20.30, y corriendo casi  desnuda, pues solo tenía tapada la cabeza con una toalla, abrió el armario y cogió lo primero que le venía a la mano. 

Un pantalón short muy ceñido color negro, una camiseta con demasiadas lentejuelas estampadas, que dolía a la vista cuando se intentaba mirar detenidamente, y unas botas que probablemente le llegaban hasta las rodillas. Dos o tres gotas de perfume barato, azuza su cabello con laca a montón, un bolso azul de cremallera inexistente y se abrió la puerta de su habitación, para desembocar a un pasillo comunitario que a su vez daba paso a una larga escalera que conducía a un pequeño recibidor con un póster de New York añejo y nada más.

En la calle, los ruidos de los niños jugando, el ruido de los coches y el caer del atardecer invitaba a Ángela a dejarse llevar por su mente, y recordar aquellos momentos en los que la vida se le antojaba un juego. En aquellos días en donde primaba más el estar ociosa y dibujar una sonrisa perpetua sin miedo a las preocupaciones que tenía la gente mayor, en aquellos momentos en donde al anochecer junto a su cama, su abuela le arropaba con mantas hasta el cuello y le contaba cuentos hasta que un filo sueño le hacía cerrar los ojos, los labios con olor a cacao le rozaban la mejilla y esperar de nuevo la llegada del sol.

Y hasta ahí llegó, al “SOL”, un prostíbulo de mala muerte donde lo único valioso que podría haber en su fachada era ese sol que se encendía y se apagaba intermitentemente. En la puerta, varios hombres, da igual sus nombres, que esperaban impacientes la hora de entrar y de algún modo mitigar sus deseos obscenos que sin lugar a duda no podían cumplir dentro de sus respectivas alcobas.

-Hoy esmérate en tu trabajo mujer, ¡que lo mismo y todo sales hasta cobrando!

No sabía cómo interpretar esas palabras. Si bien en realidad cobrar venía a decir económicamente,  pues buena falta le hacía, o simplemente como ocurrió en otras ocasiones, se vería obligada a sacar del botiquín algún que otro desinfectante y gasas para curar alguna que otra herida propinada por un hombre, deseoso de cumplir aquellos deseos incumplibles siendo ella la diana perfecta, en donde tirar los dardos.

Dejó paso al olor a tabaco, ambientador barato, calcetines usados y a sudor fuerte. Toda esa mezcla era horrible para sus sentidos pero ella aguantó; era lo de siempre.

Se dirigió a la habitación donde su “chulo” le había dicho que la esperaban, y así fue, pues se iba a encontrar con ese coctel de fragancias tan desagradables. De los hombres ya estaba curada de espanto, de lo que se le venía encima le costaba aún.

Puso su mano sobre el pomo de la puerta dándose cuenta de que sus uñas estaban totalmente descuidadas y antes de que pudiera visualizar a la persona que le esperaba en la estrecha cama, se escuchó… -Hazme sentir como un rey putita¡¡¡-

Y dolió la palabra, pero al fin y al cabo es lo que era, aunque no lo hubiera querido nunca, pero el presente era ese, y su triste modo de ganarse la vida.

Se desnudó, haciéndose prisionera de ese hombre que se introdujo en su cuerpo y en su alma como ya lo habían hecho otros tantos, que gozaba y gemía fruto del deseo y de la aspiración de un polvo blanquecino, lo que obligaba también hacer a Ángela, sin querer ésta, pero ella era un producto, se sentía así y debía ceder.

Al acabar, cuando el semen inquieto se desprendió de su sexo, el hombre se levantó, se subió los pantalones, se puso los calcetines malolientes, le apretó fuertemente un pecho y le susurró al oído… -¡¡¡muy bien hecho zorrita¡¡¡-

Momento de vomitar, de echar la furia como fuese, de arrancarse la piel a tiras con el guante de esparto en aquella renegrida ducha, de la más cruel de las soledades; momento de querer dejar de ser la mujer producto y pasar a ser solo eso, una persona, una vida, una “mujer”.

Al salir, en la barra le esperaba un fajo de billetes atados a un cordel de goma; -esto no es lo que acordamos-, le salió del alma pero cansada y sin ganas de oír  irremediablemente lo que se le prometía escuchar: -si quieres un sueldo de Ministro, este no es el lugar más adecuado. Bonita, te recuerdo que aquí se te paga por…

 -¡¡Ya lo sé!! (no le dejo terminar la frase), no hace falta que lo repita. Olvídelo y traiga,  todo está bien-. 

Salió del lugar a la calle, objeto de improperios de hombres que estaban apoyados a la barandilla de las escaleras, cuyas caras, casi sin mirarlas  tampoco se le hacían nuevas.

-“Si madre, usted sabe que la vida es dura, y me ha inculcado siempre el valor y la lucha, y por eso estoy lejos de ustedes, luchando por un futuro para todos…

…No se me preocupen, mis compañeras de clase son muy amables conmigo y me ayudan todo lo que pueden y más, además este país me ofreció la oportunidad que allá se me cerró. Ya usted sabe madre, que gracias a su platica estoy aquí, cumpliendo el sueño de usted y el mío… 

…¡¡Mi niño!! sabes que mamá llegará prontito, para navidades estoy segura, y le llevará el camión más grande que jamás haya soñado…

…Cuídenseme mucho por favor, madre, padre, hermanos y a mi niño del alma.

No se apuren por mí, pronto estaré allá con ustedes y será distinta la realidad allá para con todos. Les estoy extrañando mucho y siguen desde la distancia presente en mis oraciones siempre, ¡¡abrazos y besos!!”-

Se cortó la comunicación, pues la tarjeta ya no daba para más, y no sabía que dolía más, si los guantazos de los “sin nombre” o las mentiras que les hacía llegar a los suyos.

En esta vida, nada se regala y todo se paga, de alguna manera u otra, nadie se salva. A unos se les hace fácil entregar el feudo y a otros les cuesta casi la vida.

Eran las 00.00 horas, el sonido de los tacones era lo único que se escuchaba por la calle, una farola cuya luz se estaba medio apagando, la silueta de la mujer con el bolso de cremallera inexistente se iba difuminando, sus ojos se tornaron brillantes para dar paso a la humedad de las lágrimas y mientras en su cabeza se le antojaba pensar el momento del regreso, de abrazar a su pequeño, de estar con los suyos, el momento en que dejara de pagar lo que le debía a la vida sin aún saber qué precio era, de ser toda una mujer; el momento de dejar de ser una de tantas otras que quizá tampoco querían serlo. Si, una simple… prostituta del sistema.

 

Texto extraído de la obra “A voz escrita palabras relatas (Relatos)”

 

Derechos de autor.

Sergio Rubio.